Mortero
de Connie Cantua Bo, el Sábado, 10 de marzo de 2012 a la(s) 19:43 ·
Mortero
Esa pieza de mármol, vió?
con un pilón de madera
añejo, gastado, con aromas
y mil colores pegados.
De todo ponemos allí,
y lo molemos,
molienda, molienda.
Por qué se hace con un mortero, no?
Me pregunto que podría poner,…
podría poner un poco de esto,
algo de aquello,
y una pizca de lo otro,
y tendría una mezcla
paradisíaca o infernal.
Elegimos qué adicionarle
a la pequeña marmita,
como si fuésemos druidas
de las sensaciones.
Después que molemos y molemos,
vemos que hicimos,…después.
No medimos con la fuerza que aplastamos,
ni cuánto habría que poner de esto,
ni de aquello ni de lo otro
para que se manifieste una mixtura agradable.
Pasan los años y los condimentos
al parecer son siempre complicados,
la argamasa sobre la manduca sabe amarga,
intragable, no digerible e indigesta,
o dulce, engullible y placentera.
No importa cuantas posibilidades
y variaciones geométricas de especias embarullemos,
justamente, salobramos un barullo
que no sabemos como agotar.
Porque el mortero es la vida,
el pilón somos nosotros
y las especias nuestras emociones.
No descifraremos nunca que
mezcla deliciosa o amarga
le majaremos al mortero,
perdón…, a la vida.
María Constanza Cantúa ®
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