Atrapasueños
Agitado y recurrente, amor,
tu sueño nuevo,
ese, el antiguo.
Miro tu cara,
tu ceño dormido, amor,
y sinapsis tras sinapsis
el inconciente tejiendo tramas,
amasando el pasado con el presente,
eyectándolo hacia un futuro en narcosis.
Tu rápido movimiento de ojos,
es mi preocupación.
Quisiera blancos,
sin máculas,
quisiera sosiego,
sin acetilcolina,
quisiera luz,
sin neblina,
quisiera frotar tu sueño,
frotarlo hasta que sobrevenga el profundo
y cuando renueve,
tener a mano el Atrapasueños,
ese cazador furtivo,
ese que filtra
y clarea la aurora
descorriendo en sus plumas lo negativo,
desapareciendo encantadoramente
el malito encapsulado en una quimera.
Un día ya no habrá rocío
en tu deambular onírico.
Un día solo habrá presente
en tu pulso de visión.
Un día Morfeo te abrazará,
te ofrecerá alas para tu vuelo mito
al castillo infranqueable de tu inicio.
Aun no vino,
y mientras tanto, atisbo tu soñar,
urdo empeño secular y en el juego,
tu designio inquieto,
eso que es tan tuyo amor.
La quietud también estará,
dando paz al pasado,
anclándolo, disolviéndolo.
Será polvito en tu mano,
será soplado en el atrás,…y atrás quedará,
ciego y transparente.
Esto amor, también pasará,.. pasará.
María Constanza Cantúa ®
Erik Satie and Michael Nyeman, El viaje
