TE VI
Te vi. de María Constanza Cantúa
Titulo de la canción de Fito Páez.
Lo que son la concatenación de hechos, no?
Conocí personalmente a Andrea Richini.
No hay palabras para describirla,
divino interior
pero si debo elegir una, diría que
cálida le calza perfecto.
Volviendo y viajando por la ciudad,
después de nuestro encuentro,
sonaba con mucho ardor Te Ví de Fito en la radio.
Una chispa me hizo acelerar a casa,
quería escribir algo de esa canción.
La cosa que cuando llegué,
leo una publicación de Patricia Carballo
*con que canción Te identificas?*.
Caramba, coincidencias?
NO.
Te Ví exaltó aun mas a mi no discontinuada sentencia.
Es así, nada es casual.
Hay un hilo conector no visible a los ojos,
si destellante para el alma
y ancho como soga contenedora de coloso.
Esta cuerda está entrelazada en nosotros,
en este microuniverso que dibuja un replicante en el macro.
Como es arriba es abajo y nada es porque sí.
Te Vi hoy me trae pensamientos
dulces y nostálgicos.
Desembucha aquel amor que fue
tan amor y quisiera que lo siga siendo.
Aunque mi anhelo es eso, un anhelo
y caiga un relámpago instantáneo,
de lo que significa ese amor,
cuando suena fortuita-conscientemente
en mi cabeza-radio,
no puedo dejar de sonreir aunque hoy no esté,
porque eso pasó,
lo vi, me vio,
y como dice Fito,
la llave de mandala se quebró.
Como un mantra, el tañido
de las notas musicales
me lleva una y otra vez
en vuelo y ensoñación
a esa primera visión,
a esa primera imagen-foto de vernos sin buscar nada.
Ni el tiempo,
ni el destiempo,
ni tarde,
ni mas temprano,
ni sinsabores,
ni la soledad autoimpuesta,
u obligada,
me quitará la estampa.
Como golondrinas enloquecidas por emigrar,
mis reflexiones hacen los mismo
pero mí afortunada ala herida
hace que ancle para siempre
ese *vernos*.
Un mágico y único,
dulce y amargo amor,
que no deja mas que secuelas de ternura
en este embadurnado corazón.
Mi bomba de sangre aun late con fuerza,
y es bueno creo.
La canción no conjuntó dolor.
La canción expande hacia el infinito *aquello*
y *aquello* fue y es bello.
Gracias por este largo y sinuoso trecho de
luces y sombras que construimos juntos.
Sé que me viste y sé que también te vi.
La primer y última frontera.
María Constanza Cantúa ®
