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viernes, 21 de diciembre de 2012

Mensaje para estas fechas, Dic 2012-2013




Mensaje Para estas Fechas. ABRAZOS! connie


Y un año más se va…
Como se van todos.
Dejamos un pedazo,
se insertan otros,
y así el ciclo de la vida.
Hoy es agradecimiento
para quienes están
y caminamos un
trayecto del sendero juntos.
No hay arrepentimientos.
Hay reconocimiento y gratitud.
Lo que creemos que es malo,
Eso nos pone en el
trampolín loco que nos
arroja a lo bueno.
De cada cosa se aprende
y con muchas lagrimas y
alegría no deseo que este año
se vaya fervientemente.
Solo deseo que marche en paz
al arcón de los tiempos
y le deje espacio
al niño 2013.
Deparará tantas emociones
abrazos, llantos, perdidas
y logros.
Para toda esa gente que sabe que
la quiero, para la que ya no está
físicamente pero esta anidada
en mi corazón.
Para mis hijos,
eternos guerreros de amor,
y esa incondicionalidad que
te brinda la sangre.
Para mis amigos nuevos
Para mis amigos de
una vida entera.
En fin,..para toda
la gente que de alguna
manera me ha tocado
con su varita mágica,
enlodada o radiante.
A todos ellos gracias
por enseñarme a ser
un poco mejor.
Una tarea para toda
la vida
Mamá, papá, mis hermanos,
mis sobrinos, mis hermanas
del alma.
Y por último a dos hombres
importantes en mi vida.
mojones de honestidad
Decencia y amor .
Gracias.

Vaya tranquilo 2012,
Cuidaremos bien de su hermano.

Felicidades a todas las creencias
y hagamos de este año que entra
algo mejor por los demás,
los que más necesitan,
Y por nosotros



Con amor, Connie. ONE LOVE









Ignacio Firnella Cantua, Maria Constanza Cantúa, Connie Fornella Cantua, Stefano Arena. Mis amores por siempre!

sábado, 8 de diciembre de 2012

MENDEZ

Méndez

Méndez
.de Maria Constanza Cantua, el El Lunes, 25 de octubre de 2010 a las 22:02.Méndez



Méndez


Méndez era un hombre de campo, adusto, parco, con poca instrucción y mucha sabiduría.
Méndez tenía ropa de fajina siempre limpia.
Alpargatas nuevas, la boina puesta y el cigarrillo armado a las 6 de la mañana de todas las mañanas de las mañanas.

Méndez tenía dos camisas blancas.
Terminaba las tareas antes de caer el sol, se aseaba, se acomodaba el pelo con prolijidad y se ponía una de las blancas, las mas blancas que vi en mi vida.
Se sentaba al lado de la cocina a leña, se preparaba el mate y esperaba.

A su lado se echaba Pinta, el perro más fiel de todos los que lo ayudaban.
Méndez esperaba la cena que le preparaba su mujer y quiero creer que esperaba un poquito mas a que yo llegara a su cocina.
Méndez se levantaba a las 5 de la mañana pero quiero creer que me esperaba.

Me hacia rimas de su caballo bayo: “que lloraba tanto cuando murió y largaba unos lagrimones como diciendo curame vos”.
Me contaba historias fantásticas de luces malas, relatos asombrosamente coloridos y atrapantes.
Recuerdo de escucharlo con tanta atención, tenía miedo de perderme algo de lo que narraba.

Sus cuentos eran para mí como los de Quiroga, me maravillaban.
Tenían que ver con serpientes.
Tenían que ver con animales salvajes.
Tenían que ver con el campo y otras cosas.
Otras cosas como la soledad, solo en lo agreste, en la noche.
Otras cosas como ser valiente y no tanto.

Méndez era el capataz del campo de mis viejos y nunca conocí a nadie tan especial y particular.
No era expresivo con los sentimientos, aparentaba todo lo contrario pero advertía exudar cariño por cada poro de su ser.

Todo lo que hacía, lo hacia bien, prolijo, bien terminado y hasta que no estuviese finalizado, no paraba, era incansable.

Méndez era mi Héroe.
Lo veía salir desde mi cuarto a la mañana, montado en el Zaino, de espaldas, con la boina de costado, humeando frío y tabaco desde el costado de su silueta.
Ya salía, ya salía a hacer su recorrida y yo le gritaba sin gritarle: “quiero ir!”

Adoraba pensar que lo ayudaba y él demostraba aprecio por mi pequeñisima tarea.
Me enseñó a tropear, vacunar vacas, ensillar, dar tomas, castrar corderos y a hablarle a los perros de forma corta e inteligente para que me entendieran.

El solo podía con cientos de ovejas, yo entorpecía pero cada tanto me mandaba a corretear a alguna ”escapada”. Le daba duro al galope en busca de la descarriada y galopaba y galopaba hasta que volvía con la oveja suelta de la majada.
Lo miraba y me hacia un gesto casi imperceptible a lo lejos, que yo interpretaba como un gracias,…y lo era, quiero creer.

Crecí y un día Méndez se fue. Se fue al pueblo a vivir.
Años después mi padre me trajo una carta de él.
La carta fue por el nacimiento de mis hijos.
Papel inmaculado, caligrafía perfecta, con esfuerzo para que se vea bonita, sin faltas de ortografía.
Me expresaba todo lo buena madre que iba a ser, cuando en realidad él me había dejado de ver cuando yo tenía tan solo 15 años.

Que lindo regalo me dio.

Méndez murió hace unos cuantos años. Muchos.
Me había prometido ir a verlo especialmente, esas promesas que uno se hace.
No lo hice y después me enteré que había fallecido.
Julio, Julio Méndez era su nombre.

No lo recuerdo a Julio Todos los días pero lo recuerdo Muy seguido y cada vez que lo hago, lamento no haber ido a ver a quien había significado tanto para mi.
Quien fue un mentor, amigo y casi padre en silencio.

Mí querido Julio, me diste los mejores regalos con tu compañía.
Me expandiste infinitamente la imaginación en las noches sin luz.
A la luz de la luna me enseñaste a no tener miedo a volver para las casas.
Me decías que la luz de la noche me mostraría el camino.
Me contaste del respeto por los animales, los árboles, arbustos y cañadas.
Me dejaste los mejores cuentos como legado, que se los pasaré a mis hijos.
Se los pasaré porque lo haré en tu honor y es en tu honor que lo haré porque me encantaban.

Te veo cabalgando al Zaino, echando humo de la madrugada y del tabaco, te veo la boina, la espalda echada hacia atrás acompañando el tranco largo del fiel Zaino camino a la portera, camino a la soledad del campo,…camino a mi memoria, memoria que está intacta de Julio Méndez.
Mi memoria me dice que era un titán, uno enorme, un gigante silencioso.

Que siga tu viaje, amigo silencioso,…yo aún te veo en mis silencios.
Nunca te dije que te quería.
Te hubiese dado vergüenza,…y yo no tuve el valor.
Pero te quise y mucho.
No es tarde amigo para el querer.

Méndez que se va en el Zaino, ya lo veo, ya lo veo de espaldas, echando humo de la mañana y del tabaco, levantándome la mano sin darse vuelta, expresando un adiós,…adiós amigo, adiós Méndez.



Maria Constanza Cantúa ®

sábado, 1 de diciembre de 2012

MAQUINA

Máquina, de María Constanza Cantúa

Una luz tenue
de una lámpara de la época del ñaupa.
Un banquito incomodo,
y sobre una mesa cualquiera,
se impone majestuosa
la máquina de tejer.

Peines que penden

de unos débiles hilos de lana,
amorfos cuelgan de ella y,
una mano cuidadosa,
pasa y sigue pasando
repasando con cuidado al pasar
dando paso a una forma extravagante
que se apresta en posición.

No hay reposo en el pasaje.
Suena para un lado y el otro
como un escritor inspirado,
cada tanto tacha un punto y una coma
y el delicado instrumento,
desengancha la rebeldía.

Las manos cansadas,
desploman un pasamontañas
cuidadosamente rematado
de un azul índigo en sus bordes.
Vuela humeante derecho a mi cabeza.
La máquina descansa.

Sueño la mañana
con tostadas y café con leche.
La ropa del colegio y el invierno apretado
me lleva con pasamontañas orgullosa
de no usar bufanda.

Hoy a la noche el ciclo se repite
Mi madre sentada
en frenética labor,
más seis ojos ansiosos esperando un nuevo milagro que usar.
El pasamontañas, fue mío.

Gracias mamá.

María Constanza Cantúa ®
Metamorfosis de Maria Constanza Cantua.
Metamorfosis, de María Constanza Cantúa

METAMORFOSIS. DE maria constanza cantua, foto de connie cantua bo

Una aspiradora
Un elefante sin patas
Un cocodrilo con un pájaro en la cabeza
Un mascarón de proa
Una criatura prognática
Un cíclope
Un potro echado
Un zorro escondido en un pajonal
La cabeza de medusa
Dos ratones unidos por la cola
Dos autitos chocadores
Una iguana y un pequeño médano
Una mecha de lana
Un mejillón
Un avioncito microscópico
Un punto de arena
La nada
Diez minutos
Metamorfosis de una nube
María Constanza Cantúa ®

En un tiempo



En un tiempo, de María Constanza Cantúa. Nov de 2012


En un tiempo,
adorrmecida estuve,
sueño largo, ensoñado,
ensalzado, cambiante.

En un tiempo
estuve,
entre asfalto y pasto,
cemento y hojas levantiscas
escapadas del otoño,
recicladas en primavera.

En un tiempo
estuve,
en mar dulce de Monte VI,
cromando mis entrañas
al ardor del viejo callejón
que apretaba.

En un tiempo
estuve,
donde lo onírico de aquello,
no me gustaba
y los vientos soplaron fuerte del oeste.

En un tiempo
estuve,
en que antaño me molestaba,
pero el presente lo tironea hasta acá
y no resulta doloroso.

En un tiempo
estuve
a un centenar de millas,
donde resultaba un viaje profundo
a lo mas hondo del espejo.

Hoy, el sueño son alas,
un larga vista para mi corta vista
de aquella quimera,
avistando el horizonte
de mi pequeño Universo.

Hoy el Universo se aprieta aun más
y más en una planicie,
donde se yergue el Monte VI
De Este a Oeste, mi lugar.

María Constanza Cantúa ®
 — en Buenos Aires.

Tero

Tero, de María Constanza Cantúa-
Tero, de María Constanza Cantúa, Nov. de 2012


Veo dos patitas,
veo dos palitos,
moviéndose sigilosamente
a centímetros.

Un montoncito de pajitas y tierra,
reclaman su derecho,
bulle vida en poquitito,
y palitos en acercamiento.

Son patitas y las patitas garras
y las garras corretean
para erguirse en un porte ostentoso
de poder.

No te acerques, ni te arrimes,
no los mires,
sólo de lejos,
porque la debilidad
se torna en fortaleza
y la fortaleza
en llamaradas de alas dibujando
un castillo en el aire por donde
no podrás pasar.

Cuatro paredes y un techo infinito,
eso delinean los teros.
Tan suaves y tan salvajes,
hasta ahí te dejarán llegar.

Y es que son teros,
bravos, guapos, ágiles, guerreros.
Guardianes indiscutibles
de lo que es mi tierra,
Uruguay.

María Constanza Cantúa ®




viernes, 26 de octubre de 2012

El Beso

El Beso, de María Constanza Cantua

de Maria Constanza Cantua Bo, el El Viernes, 26 de octubre de 2012 a la(s) 21:08 ·
El beso,          de María Constanza Cantúa 


De esos aires gélidos
que te liman la garganta,
el mar cerca,
llenándome de humedad.
Gotitas de sereno,
en la serena noche de aquella noche.

La oscuridad,
testigo de mi loco deseo
de pensar,
que ese contacto,
sin solución de continuidad,
perpetuaría en las moléculas del tiempo.

Un espejo aéreo,
me mostraba la imagen.
Loco, muy loco, nos rondaba de perfil,
de arriba y de tan cerca,
que  dibujábamos en él,
nuestro soleado aliento.

Capas y capas de tela,
pequeños pedazos de piel,
alcanzaba a fundir tu meninge en la mía.
Con velocidad de relámpago,
pasó mi futuro entre tu ceño,
y quedó anclado en mi corazón.

Era de casualidad, sin casualidades
que sabía yo sabiendo que saber más,
no era lo sabido.
Vino y tinto y con el tiempo,
se fundió carmesí
en sangríos escarlatas,
y la savia en esencial esencia.

Desparramó vitalidad en aquel abrazo
de tres mil seiscientos sesenta y cinco días
organizados en fronteras
tan amigables y diferentes.

Aquella alquimia sin saber sabida,
aquella capa, tras capa,
exquisitamente desnudada,
me dejaría como recuerdo,
El beso, El abrazo,
los sentimientos contenidos en ellos,
…, jamás logrados hasta allí.

Un lugar común de Montevideo
convertido en Tiempo Detenido,
y una sola gota del cielo,
mojó nuestros labios.
Bendición.
Buen augurio…, para un mejor vivir.

María Constanza Cantúa ®

domingo, 19 de agosto de 2012

SUBTE

Foto de Connie cantua bo

SUBTE, DE Ma. Maria Constanza Cantua Bo


SUBTE, De Ma. Constanza Cantua


Un silbato sordo de tanta acucia
suena violento y
sopla valor del inframundo.
El cabello se electrifica,
las compuertas se cierran y
damos un viaje entreverados
por las entrañas urbanas.

Cada vez mas denso
se encadenan almas forasteras.
Cada diez cuadras
se interconectan las auras.
Llenan, llenan,
run , run,
frena, frena.

Silencio ruidoso de tecnología,
silencio en pergamino
de libros de antología.
Así viajamos, 
codo a codo,
respiración a respiración,
de él, de ella, en la mía,
y en cada llegada, 
un fijamiento ocular,
un desencastre de halito,
un vaciamiento molecular,
un aumento agudo de oxigeno en la oquedad.

La calma loca de volver a casa.
Ya llegamos todos
adulando lacónicamente a Gardel,
reverenciando irreversiblemente
a Pellegrini y Medrano,
cocinando un templo
en la Estación Los Incas.
Fin de periplo,
hora de la reanudación…, 
nudos de rieles 
esperan mas encastres infinitos
a la brevedad.
Ciclo subterráneo.



María Constanza Cantúa ®


SIMPLE

SIMPLE



Simple,         de Maria Constanza Cantua


Un día me sentí muy bien.
Un día me sentí muy mal.
Entre el mal y el bien
surcamos la carretera
de la vida.

A mi no me contaron 
un cuento de rosas,
palpé la realidad desde
el umbral, sin condimentos,
sin cuentos mágicos y
caballeros de yelmos luminosos.

A la existencia la hacemos complicada.
Un lobanillo que pareciera
no tener cura
pero si la tiene.

No es un laberinto sin salida,
y si lo es, colgate alas en tus espaldas
y volá como ICARO sin quemarte con el sol,
porque el majestuoso calienta el alma,
la adoctrina para liberar esa simpleza.

La simpleza de hoy, que es este hoy
y no hay más que este exacto momento
para soñar, amar, desear, 
y derramar desde
tu medula la célula cargada
para que cumpla su ciclo y reinicie
el virtuoso fluido del amor.

No hagamos que esto sea duro.
No hagamos que esto sea complejo.
Hagamos de nuestras vidas 
un eterno foco de sencillez,
porque no hay nada más
puro que lo fácil.

Al allanar lo rocoso,
le dejamos un tobogán 
a los que vienen detrás
ávidos de la bocanada
fresca que les dejaremos.

Y vienen, vienen,
entonces, dejémosle
un lugar para la caída libre
de belleza y libertad.

Ma. Constanza Cantua ®

jueves, 5 de julio de 2012

Valentina

Valentina de Connie

de Maria Constanza Cantua Bo, el miércoles, 4 de Julio de 2012 a la(s) 21:54 ·
Valentina     de Connie 4 de Julio de 2012

La conocen?
Se las voy a presentar.
Valentina es mi amiga fiel
desde hace mas de 25 años.
Pero viste cuando mantenes
una amistad casi ininterrumpidamente
dos décadas?
Más el casi lustro que está por hacer que vivo en
Buenos Aires.

No hay que ser muy avispado
para darse cuenta del origen del nombre:
VALENTÍA,
Si, eso es básicamente lo que la definiría
a mi amiga.
Ha sido coherente y valiente a lo largo de
su vida.
Tiene las metas claras y las defiende
como una leona.
Valentina revaloriza
el concepto de la Amistad
Mis amigas saben que hablo mucho…,
pero Val,… y perdón Val,
que me has prestado el oído,
la que tiene mas horas de vuelo,
oficio indiscutible,
y paciencia infinita.

Es tan generosa, que le pone el cuerpo
y el alma a la amistad,
al menos la amistad que me une a ella.
Hemos tenido algún si y un no,
cosa que atesoro aun mas porque
la coloca en lugar de hermana.

Es hermana del alma.
No necesito hablarle, me lee,
escudriña mi iris y la postura
y hace una radiografía exacta
de mi situación sinóptica.

Valentina tiene un alma gemela,
y es gemela de verdad, su marido.
Imaginen cuanto lo quiero!
Y dos Críos de la hostia con lo mejor
de esos mundos colocados
en perfecta armonía
en Fede y Mechita.

Suelta, espontánea, fresca como nadie,
disfruta la vida a pleno
y cada vez que la veo,
me da una bocanada de aire fresco,
me insufla los pulmones,
y me pone la calle en bajada
sólo para mí.

Valentina me acomoda el Universo.
No le gusta ver a la gente triste
y posterga su felicidad,
para derramarla amorosamente
en tu meninge.

También me pasa que ya no la tengo cerca.
Vive al otro lado del charco.
Se me aprieta el corazón cuando le digo
adiós, pero es el adiós mas esperanzador
que siento,
porque sé,
sé fehacientemente que la vida
nos ha unido por algo
y que nada ni nadie,
ni nosotras mismas
nos puede separar.

Val, hay un puente de concreto que
va de corazón a corazón
y es indestructible.
Y en estas horas aciagas,
cuanto pero cuanto me gustaría,
estar tomando un mate contigo.
Te amo

Ps, tengo libros para escribir de esta mujer exquisita, pero esto
es lo que me salió hoy. Te abrazo desde el alma amiga.

María Constanza Cantúa ®

martes, 19 de junio de 2012

Armonías.     De Connie  19.6.12
Armonías. De Connie 19.6.12

Esperaba tu mirada,
tu esperabas la mía.
La constelación sur
embrujó tus ojos
que eran de otro.
Otro que no es y,
es, éste hoy.
Aún engarzado en una
sola baldosa suelta,
haciendo equilibrio
en la flor del pensamiento.

El pensamiento lleno y espumoso,
se disuelve en la olita de la orilla,
y se lleva entre caracolas
y arenas del tiempo,
el dolor y la alegría

Esperaba tu mirada,
tu esperabas la mía.
Y las rocas impertérritas,
quebraron su núcleo
y hablaron en ese que eres,
en esa que soy,
que derrama la necesidad olvidada
de tu mano sobre la mía

Con el mismo paso,
los brazos abrigados
con el vigía escudriñando
la brújula alocada
sin un centro imantado
en un compás de tu nota
en la mía.

Esculpiendo nuestro acorde
en progresión geométrica,
mas armonías se liberan
en el liviano aire y,
con mirada vieja y nueva,
las contemplamos
con inocente admiración.
Somos mucho más que dos, (Mario).

María Constanza Cantúa ®

Foto de Connie Cantua Bo

jueves, 14 de junio de 2012

Ah, justicia divina

Ah, justicia Divina

Tengo un problema,
bueh, decir un problema
es minimizar la cosa.
Pero al que me refiero en particular es
a la justicia.

Cuantas miradas diferentes
hay con respecto a la justicia.
Lo que es justo.
Lo que es injusto.
Si uno lo merece.
Si uno no lo merece.
Pero la injusticia unilateral,
me mata!

Errores cometemos todos,
algunos más jodidos,
algunos más suaves,
pero son errores al fin y,
ya no importa la índole.
Pero buscamos en el otro
el perdón, la absolución?
Por qué?

Hay una palabra que
solía no gustarme nada,
*cargo*, hacerse cargo.
Cuando uno de verdad se hace cargo
de ciertas cosas, es como el tan
sobrevaluado darse cuenta.
Hacerse cargo, son las palabras modernas
de MEA Culpa, o asumo tener la responsabilidad
de algo que hice o dije.

Ahora, eso no basta.
Estoy hablando en el plano
únicamente emocional.
Hay justicieros que quieren
mas justicia aun,
como si fuera él y la otra persona,
los únicos pobladores de este planeta
y además que corra sangre,
porque al parecer no tienen memoria propia,
pero si y si, ajena.

Se piensan que haciendo
mas *justicia* repetitiva,
es hacer justicia,
cuando lo que no hacen de verdad,
es aliviar, aliviar…
La calesita, el tiovivo, la noria,
esa sensación de que pasas y pasas siempre por
mismísimo lugar, el dolor.

El dolor se trabaja, se digiere, te envenena
un poco o mucho,
pero tarde o temprano te Vivifica.
No creo en los 100 años de felicidad,
ni en los 100 años de infelicidad.
Paremos muchachos,
la vida es una y solo una.
Me encanta Budha pero
no creo que vaya a reencarnar.

Sí, exalto ésta única vida que al menos
a mi me tocó.
Les confieso, no le vengo dando en
el clavo.
Quizás, y solo quizás no darle en el clavo
sea madurar y entender que,
que lindo, lindo, es el mar, el campo y las montañas
pero la vida,
está llena de cosas azarosas para uno.
En ese andar uno elige crecer o morirse.

Yo quiero crecer, no sé bien cómo aun,
pero me vuelco mas para ese lado.
Y si no sos merecedor de un *comprendo*,
de una revisada de por qué uno está donde está,
de no entender por qué las cosas suceden,
y que no suceden porque sí,
porque además no creo en el destino,
entonces, amigos,
es la hora de soltar.

Soy agarrera, me prendo y me creo
que es hasta el final.
Y es que si, eso creía.
Pero la existencia tiene muchos finales
y muchos comienzos.
No es fácil,
No.

Te voy presentando mis credenciales,
como dice Drexler, para pensar,
pensar una vez en qué es verdaderamente
lo que quiero.
El sentido.
Mi sentido en la vida.

Perdón al que leyó este conjunto de incoherencias.
Hoy no me sale escribir de la madre luna y del Sol
que todo lo puede.

Maria Constanza Cantua

martes, 12 de junio de 2012

Mi Cima , de Connie

Mi cima, de Connie

Hay una roca, una sola
en mi cima.
Desde ahí se otea el paisaje
plagado de sierras y colinas,
y entre los valles,
esa eterna cerrazón mañanera
cernida de las aguas altas.

Sendero de piedra y tierra.
Algún arbusto dejando atrás
los árboles de pie.
Paso cansino de la Rosilla,
ruido a cascos
como rompehielos
trepando al cenit.

Corrientes de aire
que despeinan el pelego.
aprieta el cuello,
inflama el ánima.
Mas apretado el sol ahí
que abajo,
acaricia la poca piel.

La mixtura natural,
esculpe la nada
en forma vaporosa
de ensueño.
Que prodigio de quimera!

Retumba el onírico,
Atronan las piedras,
invoca la brisa,
recapitula el sol,
encumbra el tañido
de las campanitas
que acompañaron tanto
pero tanto tiempo,
mi ilusión.

María Constanza Cantúa ®



Partida de Montevideo, llegada a Buenos Aires

Y algunas cosas mas, abanderados allá y acá, amigos de allá y acá, gente querida que ya no está pero estará siempre en nuestros corazones, video que hicimos para el día del padre hace años con los Mellizos.



Montevideo, de Connie

Montevideo, de Connie 

Me dió nostalgia el poema de J.L.Borges de mi cuidad, con permiso maestro, disculpe el atrevimiento. En honor a su amor por Montevideo.
....................................................................................
Montevideo

El gris desde siempre
en la bajada ineludible
hacia el río de plata
que llamamos mar.

Las bahías orondas
de playas de ciudad
levantan ondas dulce sal
hasta el cerro vigía
de la durmiente urbanidad.

Pequeña gigante tapada de
lamidas verdes,
van lunas con senderos aguados,
hacia la perpetuidad.

Cardinales atinados,
Norte, sierras,
Sur, río,
Oeste, caudaloso,
Este, inmensidad.

Pavimento afanoso
de pasmoso paso
y potreros generosos
de loco y redondo retozar.

Puntas de Carretas con Gordas
de Pocitos que en el Cordón,
lleva al Parque Rodó,
La Ley de La Aguada
en las gaviotas de La Honda
y van cerrando el ápice de Carrasco
en el puente de Canelones
hasta la cima de Belvedere.

Agua seca de baldosas flojas
entre flores humeantes 

de tiempos pretéritos,
esos tan. de ésta localidad.
Paso lento, paso lento.
Por ahí cerca,
por allá lejos,
Montevideo va.

María Constanza Cantúa ®




No hay 4 paredes

No hay cuatro paredes, de Connie

de Connie Cantua Bo, el Viernes, 8 de junio de 2012 a la(s) 2:28 ·
No hay cuatro paredes,    de Connie


No hay cuatro paredes
o encierro que acuñe tus pensamientos.
No hay mares infinitos
o montañas fastuosas que inspiren
lo que no habita.

Tu solo vuelo libertario
te ofrece desinteresadamente
lo que urge en tu numen.

No hay cadenas opresivas
o dictamen extranjero
que asfixie tu prodigalidad.
No hay azules insondables
o atolones oníricos
que maceren tu desborde.

Tu sola exaltación
te da la combustión
en la marmita de tu corazón.

No hay arrecife guillado
o corales suntuosos
que bosquejen tu excitación.
No hay odas acabadas
que provoquen tu entidad.

Tu solo río caudaloso
te acuna tiernamente
en tu infinita magia,
la que te pertenece
la que te hace vibrar.

María Constanza Cantúa ®