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jueves, 28 de octubre de 2010

Mi Abuelo que no era

Mi Abuelo que no era.
.de Maria Constanza Cantua, el El jueves, 28 de octubre de 2010 a las 17:48.Mi abuelo que no era.




Mi abuelo que no era mi abuelo, estaba casado con mi abuela.
Mi abuela se había divorciado muy joven, vuelto a casar, a enviudar y a casar nuevamente.
De el que quedó viuda tengo relatos.
Me decían que era el hombre más bueno, Pepe.
Quizás lo fue.

Seguro lo fue.
El hombre más bueno que sí conocí fue mi abuelo que no era mi abuelo.
El tercer marido de mi abuela, Carlitos.
Cuando nací, él ya estaba en mi vida.
Me acompañó mi niñez y mi adolescencia.
Murió cuando yo tenía quince años.
Lo lloré como a nadie.
Mi padre me llevó al cementerio días después de su entierro.
Mi padre vio que no tenía consuelo.
Le escribí una carta, se la dejé en su tumba y lloré por última vez.
Necesitaba escribirle algo, 

algo que se llevara con él,
algo de mí que lo acompañara.
Nunca más volví al cementerio.

Volvíamos pero del lado de afuera del campo santo,
mi padre y yo,
contra el paredon de la tumba, en la calle.
Estacionaba en silencio.
Mi viejo a recordar a su madre y yo a mi abuelo que no era mi abuelo.
Mi viejo siempre hizo eso.

Se quedaba ahí,
solo, 
acompañándola a Constanza, llevo su mismo nombre.
Luego me sumé a su ritual, un tiempo.
Lo entendí a mi papá.
Entendí el silencio.
Entendí el dolor de mi viejo.
Entendí la muerte.
Tenía quince cuando mi abuelo que no era mi abuelo se fue.
Pasaron treinta.
Lo recuerdo siempre.

Me pone sonrisas en el corazón.
Mis hijos lo conocen por mis cuentos, 

así como yo conozco a Constanza por los cuentos de mi padre.
La mamá de mi papá, mi abuela Constanza, falleció hace 74 años, 74 años…
Mi viejo la recuerda vívidamente y yo la conozco sin conocerla por él y la quiero a través de él.
Entiendo el recuerdo de mi viejo.
Entiendo, es el mismo que me quedó a mí de mi abuelo que no era mi abuelo.
Setenta y cuatro años, treinta años.
Cuanto amor le dejaron a lo seres que los rodearon.
Mi abuelo que no era mi abuelo, se llamaba Carlitos.
Yo no le decía abuelo, le decía Carlitos.
Lo amé más que a un abuelo.
Me amó más que a una nieta.
Carlitos, no tenías por que amarme, 

lo hiciste con toda tu alma y más y,
desde el alma te amé con toda mi alma.
Carlitos, cuanto te extraño!


María Constanza Cantúa ®
Amazing Grace por Aretha Frankling en funeral de Luther Vandross

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