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lunes, 7 de mayo de 2012

De donde viene la IRA


¿De dónde viene la ira?  Osho







¿De dónde viene la ira? Nunca viene de tu centro; viene del ego y el ego es una entidad falsa. Si profundizas más, encontrarás que viene de la periferia, no del centro. No puede venir del centro; en el centro hay vacío; absoluto vacío. Sólo viene del ego, y el ego es una entidad falsa creada por la sociedad, es una relatividad, una identidad. De repente eres golpeado, y el ego se siente herido y hay ira. Si ayudas a alguien, sonríes a alguien, te inclinas ante alguien, y él sonríe, esa sonrisa viene del ego. Si aprecias, das un cumplido a alguien, si le dices a una mujer, "¡Qué hermosa eres!", y ella sonríe, esa sonrisa viene del ego. Porque en el centro no hay ni belleza ni fealdad, en el centro existe vacío absoluto, no yo. Hay que alcanzar ese centro.

Osho.


gracias Bibiana Elizabet Salvador por compartir esto!

Gracias a la vida, Violeta Parra, de Ma. Constanza Cantúa

de Connie Cantua Bo, el Lunes, 7 de mayo de 2012 a la(s) 20:02 ·
Gracias a la vida, Violeta Parra, de Ma. Constanza Cantúa

Hoy compartiendo y escuchándola,
me di cuenta de unas cuantas cosas.
Del lugar que ocupo en este mundo
cruel, bello, nefasto, milagroso.

No importa cuanto esfuerzo hagamos,
no hay que hacer esfuerzos.
De que valen?
Vale el ahínco, el ardor, el brío?
Vale si y solo si, si algunas cosas
encajan en este Universo.

Pero hay como una tendencia en mí,
en querer que las cosas encajen,
m´hija, dejate de joder!
Las cosas van en su justa medida
donde y cuando deben ir,
y no insistas más!

El no fluir placidamente
por las aguas del río de la vida,
es lo que no me deja
esa audacia de querer abrir
las alas y volar y volar.
Volar cósmicamente
allá sola, donde no haya un halito
de átomos tratando de hacer conexión
sideral con mis neuronas.

Uno aprende que no aprende nunca.
Que nunca termino de aprender.
Que las cosas cambian tan rápido.
Que el vértigo es tan  infausto y aciago,
que, que, que…
Y así podría seguir.

Un dilema, una encrucijada,
un destino sin destino,
una imagen especular
que ya no está.
El dolor abierto,
ese insoportable,
pero al cual te acostumbras.
Uno no debiera acostumbrarse
al dolor.
Se hace crónico,
y ya no distinguís,
las reacciones agudas
de felicidad,
de amor despojado,
de ese que te pasa la mano por la espalda,
de ese que dice que el amor todo lo puede.

La vida está llena de egoísmos.
Últimamente no me hace gracia.
Ya casi nada me hace gracia.
Será que cuando sé que me va a hacer gracia,
cae un ladrillo suelto
en medio de mi cabeza.
Tengo de ladrillazos…

Lo mejor creo yo,
es ir caminando,
casi arrastrándose por la sombra
en las sombras,
calladamente,
abriendo bien los ojos,
con un casco si se puede,
y cuando pare la lluvia de cascotazos,
tratar de mirar la  luz,
esa que no sabes de que lado vendrá.

Como hay unos cuantos chichones,
ya se me hizo dura la razón,
ya no tiene mediador,
y lo único que uso,
es el corazón.

En la caverna de los tiempos,
en la llama reflejada,
en la calma absoluta,
en el No ruidoso silencio,
en mí,
en,
…ahí…, estaré.
Que se le va a hacer,
un viaje interno más
no le hace mal a nadie.
Equilibrando.
Balance.
Balanza.
Platillos.
Un gramo de arena menos aquí,
un gramo de arena menos allá,
y quien te dice, quizás,
se empareje la cosa,
la balanza y,
Gracias a la vida que me ha dado tanto, Violeta.

María Constanza Cantúa ®


Gracias a la vida, mis divinos, gracias a ustedes, son mi vida.