TORMENTOSO ATARDECER
.de Maria Constanza Cantua, el Sábado, 22 de enero de 2011 a las 0:33.Tormentoso atardecer
Tormentoso atardecer
Es simple escribir de una tormenta.
Es simple escribir de un atardecer.
Salen, las ideas salen, fluyen sólo porque la naturaleza es inspiradora, poderosa y bella.
Poderosamente provoca daño y esplendor casi con la misma potencia.
Me quedo con el esplendor aunque muchas veces los daños no son porque si.
Un atardecer tormentoso es pura magnificencia.
Es el temblor de Zeus en el cielo y lo benévolo de Afrodita en el Olimpo.
Cielo tan pagano, tan cristiano, tan universal.
Tormenta y atardecer, una y otro, mezclados, enlazados en una simbiosis matemática simple.
Uno mas dos simbioticamente es el regalo de lo superior.
Superior en superioridad de fuerza, de poder arrollador, de colores silentes en medio del caos bullicioso.
Caos mas color.
Caos que se disipa. Disipa lo poderoso, la fuerza bruta de la naturaleza, bruta?
Bruta no porque derramará, regalará fulgor.
La textura.
La dimensión.
El aroma.
El aire denso, cargado y a la vez liviano, tan liviano.
Aire tan liviano que remueve las neuronas sin carga.
Aire que flota aún mas etéreo.
Las neuronas atrapadas en el cráneo, la tormenta en el cráneo.
Tormenta de neuronas, chocan y chocan.
Lo mágico de la tormenta es que provoca lo tormentoso en tus neuronas.
La electricidad externa se internaliza en tu sustancia gris, de tu sustancia gris a la mente y de la mente a la nada mismo.
Como un barco capeando el temporal en lucha denodada, luego sobreviene la calma.
Calma en el barco eléctrico, calma que se serena en las neuronas.
Las neuronas dejan admirar en calma la tormenta mas fiera convertida en el cielo mas calmo.
Cielo negro.
Cielo negro menos sepulcral.
Cielo con nubes pintadas por las almas mancomunadas de los Impresionistas.
Neuronas voladas de pincelazos, pincelazos que vienen del cielo.
Textura, color, arte de siempre, natural, de ella, de la naturaleza.
Arte en el cielo.
Que felicidad ser testigo.
Que felicidad darme cuenta que soy testigo.
Testigo de lo simple.
Simple como un cuadro de Monet.
Belleza y pureza.
Tormentoso atardecer
Es simple escribir de una tormenta.
Es simple escribir de un atardecer.
Salen, las ideas salen, fluyen sólo porque la naturaleza es inspiradora, poderosa y bella.
Poderosamente provoca daño y esplendor casi con la misma potencia.
Me quedo con el esplendor aunque muchas veces los daños no son porque si.
Un atardecer tormentoso es pura magnificencia.
Es el temblor de Zeus en el cielo y lo benévolo de Afrodita en el Olimpo.
Cielo tan pagano, tan cristiano, tan universal.
Tormenta y atardecer, una y otro, mezclados, enlazados en una simbiosis matemática simple.
Uno mas dos simbioticamente es el regalo de lo superior.
Superior en superioridad de fuerza, de poder arrollador, de colores silentes en medio del caos bullicioso.
Caos mas color.
Caos que se disipa. Disipa lo poderoso, la fuerza bruta de la naturaleza, bruta?
Bruta no porque derramará, regalará fulgor.
La textura.
La dimensión.
El aroma.
El aire denso, cargado y a la vez liviano, tan liviano.
Aire tan liviano que remueve las neuronas sin carga.
Aire que flota aún mas etéreo.
Las neuronas atrapadas en el cráneo, la tormenta en el cráneo.
Tormenta de neuronas, chocan y chocan.
Lo mágico de la tormenta es que provoca lo tormentoso en tus neuronas.
La electricidad externa se internaliza en tu sustancia gris, de tu sustancia gris a la mente y de la mente a la nada mismo.
Como un barco capeando el temporal en lucha denodada, luego sobreviene la calma.
Calma en el barco eléctrico, calma que se serena en las neuronas.
Las neuronas dejan admirar en calma la tormenta mas fiera convertida en el cielo mas calmo.
Cielo negro.
Cielo negro menos sepulcral.
Cielo con nubes pintadas por las almas mancomunadas de los Impresionistas.
Neuronas voladas de pincelazos, pincelazos que vienen del cielo.
Textura, color, arte de siempre, natural, de ella, de la naturaleza.
Arte en el cielo.
Que felicidad ser testigo.
Que felicidad darme cuenta que soy testigo.
Testigo de lo simple.
Simple como un cuadro de Monet.
Belleza y pureza.
Maria Constanza Cantúa ®
 |
| Parece un cuadro de un Impresionista, mas es una simple foto de un Tormentoso Atardecer |
