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lunes, 6 de diciembre de 2010

Santa Rita

Santa Ritade Maria Constanza Cantua, el Domingo, 05 de diciembre de 2010 a las 23:44
Santa Rita

Santa Rita

Patrona de Las Causas Imposibles.
Rita de Casea, 1381-1457, bautizada con el nombre de Margarita Lotti.
Rita quizás provenga de una abreviación de Margherita.
Los símbolos sagrados de Santa Rita son las rosas y los higos.
Tuvo hijos mellizos: Japoco y Paolo.

Hasta ahí es lo que escribo de una mini investigación en Wiki.


Es interesante la vida de Margherita Lotti y como se convirtió en Santa.
Una historia inverosímil y extraña.
A mi no me extraña que sea inverosímil ni me extraña la extrañesa de cómo se convirtió en Santa, ya que los santos y la religión para mi son un misterio humano, una rareza.
Me detuve a leer su pequeña biografía porque en realidad lo que a mi me gusta es la planta trepadora llamada Santa Rita y trataba de encontrarle una explicación a su nombre.
Es como una fijación y esto es aparte, tratar de encontrarle explicación u origen a las cosas animadas e inanimadas.
A veces me resulta, a veces no.
Esta vez, pensé: “de que me sirve esta historia de Margherita para relacionarla acerca de lo que quiero escribir?”
De nada.
De nada pensé en un principio pero a medida que empecé a visualizar las bellas Santa Ritas, le encontré un sentido propio, mío, cien por ciento opinable.

Insoportable mi decisión de encontrarle sentido a casi todo.
Costumbre espero ir perdiendo.

Retomando, pensé:”,…un nombre bonito para una planta bonita.”
Decir que la Santa Rita es solamente bonita, verdaderamente es poco.
Creo, no, estoy segura que es una de las plantas trepadoras más bellas que hay.
La primavera, que estación maravillosa, las pone fulgurantes, exuberantes, cargadas, panzonas y pesadas de flores.
La Santa Rita tiene la cualidad de quedar bien en cualquier contexto, medio o lugar: urbano, suburbano, suburbio, campestre, campo profundo, también en calles antiguas, en calles modernas, en casas antiguas, en casas modernas, en cascos viejos, en taperas, en ranchos, en paredes viejas, en paredes derruidas, en paredes comidas por la humedad, de esas humedades insalvables.
Insalvables?
Hay salvación.
Es ahí cuando le encontré sentido al nombre de Santa Rita y que ella sea justamente la Patrona de Las Causas Imposibles.
Si una casa es bella, la Santa Rita la torna más bella.
Si una calle es bella, la Santa Rita la torna más bella.
Si una casa es vieja y descuidada, una simple Santa Rita la torna bellísima.
Si una calle es fea, una sola de ellas le otorga vida y color.
Hay varios lugares que están fijados en mi retina de Santa Ritas, uno de ellos es Colonia de Sacramento.
Que joya es Colonia de Sacramento y gran parte de su sacralidad se la debe a ellas.
Buenos Aires también abraza lo precioso de estas ágiles trepadoras.
Los porteños las adoran.
Hay muchas y por variados lugares, algo que agradezco porque le hace bien a mi alma o si prefieren a mi vista.
Al hacer esa pequeña revisión de la Santa en cuestión y atropellar con mi atrevimiento el por qué del nombre, aun quedo mas embelezada al contemplar esas maravillas que crecen y trepan por lugares imposibles.
Se amarran, se retuercen por postes podridos o por verjas lujosas.
De donde sea que estén arraigadas, manan generosamente ríos de pétalos que golpean mi nervio óptico como ninguna flor lo hace.
La belleza de ésta, mi amiga a esta altura, me paraliza.
Me detengo a admirarlas, venerarlas y no puedo evitar la exclamación de: “Que divina Santa Rita!”
La Santa tenía una misión, La Causa Imposible de agregarle aun más belleza donde hay y donde NO hay.
Tendrás una Santa Rita, tendrás belleza.
Será vano y quizás hasta estéril el sentido que le encontré pero sólo me salió éste.
María Constanza Cantúa ®


I wander what became of me, de Rufus wainwright