Ojo de Huracán.
de Maria Constanza Cantua, el Domingo, 11 de diciembre de 2011, 3:32
Ojo de huracán
En el ojo del huracán
dos manitas se aferran
a dos amuletos para
el mal de vista.
Sostienen el rosetón y
los cabellos como una veleta,
marcan el norte furioso,
el sur bravío,
el este desbocado,
el oeste culminado
ya sin ancla.
Debajo de la lucerna hay
uno, dos, tres, cuatro
frenesís desatados
hacia el norte, sur,
este y oeste.
Dos torres atrapan la lanza,
un cáliz retuerce la esperanza.
Cóncavo y convexo,
en el alfa y el omega.
La vida llena de vida
fluye por debajo.
Camastro liquido
y sobre la vertiente,
un derrame de movimientos.
Dos manitas se aferran
a dos torrecillas.
Ojos buscan hacia abajo
la lucha denodada,
esa imagen convulsionada
de guerreros ardientes,
y casi a ciegas
porque,
los cabellos ciegan,
la sed arrebata,
y sin más, más,
el inmenso calor estalla, estalla.
Viento en la cara,
viento en la nuca,
viento en la rosa de los vientos,
que marca con su flecha implacable
el ineludible destino,
de líos en lía,
de espejos en espejos
de infinitas pasiones
de reflejos inalterables.
Todo…,
en el ojo del huracán.
Difícil salir de él.
Quien quiere salir de él?
Nadie, …creo.
María Constanza Cantúa ®
