Atávico
Deseo a media noche,
deseo a media mañana,
deseo, amor, deseo?
Una caricia en el pelo,
despierta lo dormido,
una palabra en el oído,
estimula tu meninge,
un roce apenas,
pone a funcionar cada
célula de tu epidermis,
se pone alerta,
anhelante,
añorante,
la columna se tensa,
la respiración se acorta,
el iris se agranda.
Como un animal
con reacciones atávicas,
te preparas para la contienda,
la refriega,
la batalla,
de arañazos.
de zarpazos,
de empujes y embates,
de pura pasión,
ese infierno-paraíso.
Un animal agazapado,
con ojos rojos brillantes,
una mezcla de cuerpos,
una mezcla de palabras,
una mezcla en marmita a fuego lento
en una pócima salvaje
de ansia ancestral.
Más brasa,
más ardor,
más fuego,
mas instinto.
Sin un cruce de pensamiento.
Solo fundirte en él y el en ti.
Un solo monumento,
antiguo, estático y dinámico,
de un deseo inmemorial
María Constanza Cantúa ®
canto atavico, foto de MCCantua, prohibida su reproduccion.
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