AROMAS en mi vida.

AROMAS en mi vida.
.de Maria Constanza Cantua, el El jueves, 14 de octubre de 2010 a las 18:39.AROMAS



AROMAS en mi vida.


Percibir aromas nos lleva a esos lugares y momentos
Me hace viajar.
Me traslada a cualquier lugar sin tener que comprar un ticket de avión, bus o tren.
Es un viaje cósmico, 
sideral, 
también me gustaría pensar que trascendental.
No es raro esto que estoy escribiendo, a casi todo el mundo le pasa.
Tobogán alquímico, capa tras capa hasta llegar al aroma esencial.
No sólo nos alela, 
sino que además vivenciamos auténticamente, 
el dolor, 
la desesperación, 
la alegría, la esperanza,
la euforia o las nauseas que nos provocó.
El aroma de hojas de eucaliptos quemándose, 
me transborda directamente a mi niñez, muy niña.
A un día soleado.
A la alegría con mis hermanos corriendo por jardines, 
los pies descalzos y la sensación de no existir ni un solo problema, 
solo risas y más risas, de esas que duelen,  
eso mismo,
me trae a lo Fácil cuando la vida se pone Dura.
Un aroma para mi primer amor.
Un aroma para mi último amor.
El aroma del amor marca fuerte, 
quema, 
ese aroma es ése aroma, 
aroma del amor,
infedinible e impreciso.
El aroma de mi madre, 
ella, tan perfumada. 
Muchos perfumes me llevan directamente a mi vieja y la sensación de cobijo.
Bebes, cuando huelo un bebe, huelo a los primeros días de vida de mis hijos, 
es aroma súbito, dulce y agotador.
Mar, 
aroma enorme, 
aroma de libertad, 
de horas de No pensamiento generadas, 
de horas de melancolía pasadas fugaz o lentamente por mi corazón y,
al amor, nuevamente al amor.
Pasto, ese olor,…
un jardín recién cortado o en un galpón, 
me trepa a mis viejos, 
al campo, 
al café con leche que me hacia mi madre, 
a perros, a gritos camperos y tropeadas, 
a caballos, a ovejas y a vacas, 
a cuero y riendas, 
a galopes enloquecidos, 
e indefectiblemente nuevamente a mis hermanos, 
a la camaradería.
Ciudad, el aroma de Montevideo me brinda hoy después de tres años sensaciones encontradas. 
Es el aroma que no es más mío, es de ellos.
Antes no lo percibía.
Montevideo tiene aroma ahora, 
de mi historia larga pero solo historia,
estoy en mi hogar y ya no más mi hogar.
Buenos Aires solía tener aroma,
a tropeles de gente y subte, 
a tránsito y a los parques de Palermo,
a perfumes de boutiques divinas.
Solía tener el aroma de mis nervios de vacaciones de invierno, 
de expectativa, de teatros y programas.
Ya no tiene mas.
Vivo acá. Y mi vida es acá. 
Es un buen signo, creo, no percibirle aroma.
Bello es el aroma, donde sea que nos haga emigrar, 
sea el sentimiento que nos genere, 
es parte de esa maquinaria cerebral ligada al corazón, 
como un caja sin fondo, 
sin fin, 
colmada de recuerdos y vivencias.
Quién necesita comprender la maquinaria cerebro-corazón-aroma?
Nadie,…supongo.

María Constanza Cantúa ®

Janis Joplin, Summertime